23 may 2023 Publicado en: Nota
Con los pies en la tierra

Con los pies en la tierra

NOS COMPROMETEMOS A CUIDAR LO NUESTRO

Alineados con nuestro propósito de marca, nos aliamos a ORIGEN, una start up que tiene el foco puesto en el nature positive, un concepto que se utiliza para describir un mundo donde la naturaleza, las especies y los ecosistemas se restauran y se regeneran en lugar de colapsar.

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Como humanidad estamos ante el desafío más grande de nuestros tiempos, el colapso ecológico. Esta crisis subyacente trae como consecuencia el cambio climático y la crisis social global que estamos experimentando.


Algunos indicadores de nuestro contexto mundial actual en esta materia son:


> Estamos ante la 6ta extinción masiva de especies.

> 1 millón de especies de animales y plantas están en peligro de extinción en el presente.

> Es probable que ya hayamos alcanzado el punto de no retorno en 5 de los 16 puntos de inflexión de ecosistemas.

> En los últimos 100 años destruimos la mitad de nuestros humedales.

> En este momento se pierde en el mundo el equivalente a 1 cancha de fútbol de bosque cada 3 segundos.

> 8 millones de toneladas de plástico se vierten a los océanos por año.

> El consumo humano de plástico (a través del micro plástico) de 5 gr por semana (equivale a 1 tarjeta de crédito).

> Solo en Uruguay se tiran 5 millones de colillas de cigarro por día al suelo.


En 1950 la población mundial era de 2,5 mil millones de habitantes, solo 73 años más tarde es de 8 mil millones. Para verlo en términos más amplios, en el año 1500 la población mundial se estima en 500 millones de personas y para 2025 será de 8,5 mil millones. Este crecimiento abrumador viene acompañado de una forma extractivista de vincularnos con los ecosistemas. 


Dominar, quitar y exprimir lo máximo posible al entorno en pro del desarrollo de la vida humana es la premisa esencial del ADN del desarrollo de las economías humanas de un largo tiempo a esta parte. El número de personas qué habitamos el planeta ha cambiado radicalmente en los últimos años, mientras la forma de desarrollo humano se ha mantenido sobre la misma consigna.


El asunto ahora es que la vida humana saludable e incluso la vida humana en sí misma corre riesgo, justamente como resultado de este modelo que olvida que los seres humanos somos sistémicos, interdependientes, comunitarios y naturaleza.



CRISIS CLIMÁTICA Y BIODIVERSIDAD


Solamente 10 países y la UE son responsables del 80 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Coincidentemente en estos sitios la biodiversidad se ha degradado en niveles importantes en los últimos 2 mil años. 

Por el contrario, los países con menos emisiones de GEI están ubicados en zonas de alta biodiversidad (Latam y Caribe, África y Noroeste de Oceanía), y son quienes sostienen el 95% de la biodiversidad del planeta.

Estas zonas no solo contienen una biodiversidad que necesitamos preservar por el bien colectivo, sino que además tiene degradaciones y pérdida de ecosistemas muy recientes (de 400, 200 o 10 años a esta parte), por lo cual la restauración y regeneración en estas áreas son procesos realizables con esfuerzos e inversiones razonables. 

Pero así como sucede en África y gran parte de Oceanía, en Latam y Caribe existe la presión del desarrollo de la economía, porque son países en desarrollo que buscan crecimiento económico mediante el mismo modelo extractivista qué tenemos instaurado y que es el que aún predomina. La inestabilidad política es moneda corriente en estas regiones, así como las débiles políticas ambientales y los escasos mecanismos de control y transparencia. Todo este escenario pone en riesgo la biodiversidad que tenemos en estas zonas.

Uruguay sufre una gran desconexión cultural con la biodiversidad autóctona. Conocemos más de vacas, ovejas, fresnos, pinos y eucaliptos que de aguará guazú, guazuvirá, murta, arrayán y tembetarí. También estamos más ligados en todo nivel a España, Estados Unidos o Italia que a Bolivia, Paraguay o la misma Argentina, más allá de Buenos Aires. Esta desconexión es multifactorial pero entre otras cosas a dado como resultado la decisión de no trabajar en un ordenamiento territorial que contemple lo natural del lugar, lo que habita o habitaba esta zona desde hace más de 1000 años cuando el territorio contaba con una salud ecosistémica absoluta.

Algunos indicadores de nuestra desconexión cultural con la biodiversidad autóctona y la decisión de no trabajar sobre la protección de ecosistemas originarios son:

> Uruguay es el país de las Américas con menos áreas protegidas.

> Uruguay está ubicado en el puesto 170 de 188 países en cuanto a porcentaje de territorio dedicado a la conservación y protección.

> Uruguay es uno de los países con mayor pérdida de flora y fauna de los últimos 120 años (proceso de defaunación).

> El 30% de la flora y fauna está en peligro actualmente y el 50% de los mamíferos están amenazados.

> Uruguay es el único país de América con legado indigena en silencio o invisible.

> El último informe BID sobre la agenda de desarrollo sostenible 2030 muestra que Uruguay tiene el ODS 15 con indicadores negativos y por lo tanto en un proceso decreciente (ODS 15, VIDA DE ECOSISTEMAS TERRESTRES).


Ante esta situación es urgente empezar a conectar la protección y restauración de la biodiversidad con el mercado. Es imprescindible que desde el sector privado tomemos acción. 

En este sentido y alineados con nuestro propósito de marca es que nos aliamos a ORIGEN, una start up que tiene el foco puesto en el nature positive, cuyo objetivo es hacer que la biodiversidad aumente en número y salud desde el presente a 10 años en adelante. ORIGEN identifica áreas claves para su conservación y forma mojones a través de la compra de tierras que luego se donan a un fideicomiso para asegurar que dichas tierras tendrán cómo propósito la producción de naturaleza. Pero, ¿qué significa Producir Naturaleza? Significa trabajar en la conservación y regeneración ecológica con el fin de que la vida vegetal y animal prospere en zonas de alto valor biológico y cultural.

Al prosperar la vida en un ecosistema se preserva la condición del suelo, el agua y el aire, y hasta pueden generarse mejoras, afectando positivamente a toda la zona, asegurando calidad de los servicios ecosistémicos y gestando oportunidades turísticas de trascendencia para las comunidades locales.

En los mojones seleccionados se desarrolla un manejo del área (plan de operaciones y mantenimiento) para conseguir los hitos ecológicos que generen un saldo positivo de naturaleza. Los mojones donde el proyecto inicia en Uruguay son:

> Sierra de las Ánimas

> Sierra del Este (Aiguá)

> Cabo Polonio


Las actividades que se desarrollan en la primera etapa de cada mojón son:

> Relevamientos de biodiversidad de fauna y flora.

> Relevamiento y caracterización de ambientes y ecosistemas.

> Cerramientos de áreas de regeneración natural, restauración y de preservación.

> Análisis de forestación de especies nativas.

> Análisis de trabajo con exóticas.

> Control de flora exótica invasora.

> Densidad de biomasa.

> Otros indicadores de biodiversidad (condiciones físicas, químicas y biológicas en las áreas del proyecto).

> Capacitación del personal a las compañías que participan voluntariamente del proyecto (charlas de nivelación).


Desde Polanco nos comprometimos a compensar nuestra operación con acciones en el mojón Sierra de las Ánimas, de forma que por cada prenda vendida mensualmente protegeremos anualmente 1 m2 de ecosistemas nativos en esta zona, además de comprometernos a realizar una plantación en el año y capacitarnos cómo equipo en en materia de biodiversidad y ecosistemas.


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Algunos datos interesantes sobre las Sierras de las Ánimas:

> Las ánimas son las únicas sierras de origen volcánico del país y allí se ubican algunos de los cerros más grandes de Uruguay. 

> Su formación fue hace aproximadamente 500 millones de años. Para hacernos una idea de su antigüedad podemos comparar este período con el tiempo que hace que vivieron los dinosaurios: unos 65 millones de años. 

> Son el último gran refugio de Charrúas, Yaros y Guenoas, y han sido hallados en la zona restos de los pueblos originarios del lugar. 

> Su ubicación es excepcional, adentrarse a este salvaje lugar implica solo 1.30 hs desde Montevideo y 30 minutos desde Punta del Este. 

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